Sobre el diseño

El móvil rescata el lenguaje de diseño de la familia iPad, con bordes redondeados, pero añade un cristal frontal que también se curva en los márgenes. Es increíblemente fino y bastante ligero. Cómodo en la mano, aunque la mayor anchura hace la sujeción un tanto diferente respecto a los modelos anteriores. El botón de encendido se ha desplazado de la parte superior a un lateral. Con el nuevo tamaño era imposible llegar a él con el dedo índice. Cuesta acostumbrarse durante los primeros dos días.
El contraste de las bandas de antena en la parte posterior se hace extraño, hubiera preferido que quedasen camufladas con el mismo color de la carcasa.
La cámara protuberante, similar a la del iPod Touch, no me parece un crimen tan terrible como muchos diseñadores vocacionales parecen dar a entender. La pena, aquí, es que hacer el iPhone un poco más grueso y dejar la cámara a ras habría permitido añadir más batería.